Tipos de terapia
Terapia individual
Sesión privada donde el consultante define un objetivo concreto que desea conseguir con su terapia. En función de este objetivo la terapeuta selecciona la o las herramientas más adecuadas a utilizar, en lo que he denominado “Terapia Integrativa”, que puede incluir uno o varios de los protocolos de psicología tradicional, terapia sistémica, psico-genealogía, desprogramación de enfermedades, terapia alternativa, etc. La dinámica de terapia integrativa permite conseguir en una sola sesión la identificación del origen del conflicto y-
en un breve lapso resolverlo y comprenderlo de manera consciente para realizar su proceso de sanación. De esta manera el problema emocional, físico o interpersonal se resuelve rápidamente. La consulta privada suele durar una hora y se programa mediante cita previa.
Terapia grupal
Se realiza con un grupo de personas de diverso origen que pueden conocerse o no entre sí y donde se crea un clima de confianza, comprensión y respeto que acoge y ayuda al consultante, a la vez que permite ver rápidamente el verdadero origen del asunto consultado.
La dinámica es similar a la anterior donde pueden aplicarse protocolos individuales que presencian los asistentes o protocolos en grupo como por ejemplo la “Terapia Sistémica” en la que el consultante manifiesta su objetivo y mediante la orientación del terapeuta elige de entre los asistentes a personas que lo representen a él y a las demás personas involucradas y se sienta a observar. A continuación y por efecto del campo mórfico del consultante los representantes comenzarán a sentir y expresar con sus cuerpos las emociones, sensaciones y deseos reales de los personajes representados. De esta manera se hace fácil observar y entender las dinámicas del sistema familiar e identificar el verdadero origen del problema; ya que los asuntos no resueltos en la infancia e incluso en generaciones anteriores se repiten afectando a cualquier integrante del sistema o también, actúan como tendencias o cadenas que condicionan el comportamiento, las emociones y las relaciones de las personas, incluso en su adultez.
Una vez identificado el conflicto original, el terapeuta realiza los movimientos necesarios hasta conseguir el objetivo planteado por el consultante. Las sesiones de psicoterapia en grupo son muy enriquecedoras, no solo para el consultante, sino para todos los asistentes puesto que todos pueden entender las dinámicas y leyes que rigen los sistemas familiares y, además, es muy usual encontrar similitudes entre los casos planteados y las historias de los asistentes.
Psicogenealogía
Esta herramienta terapéutica se basa en el principio de que todo ser humano pertenece a un sistema familiar, al cual se encuentra vinculado de por vida independientemente de la cercanía física o emocional que tenga con sus parientes e independientemente de que haya convivido con ellos o no, por efecto de la transmisión genética.
La Psicogenealogía identifica la influencia que tiene sobre nosotros nuestro árbol genealógico y reconoce
la herencia mental emocional y física que nos llega a través de nuestros ancestros; es decir, trabaja con el inconsciente familiar; y permite sanar las heridas heredadas o aprendidas de nuestros antepasados. Su objetivo es la sanación de las cargas internas del árbol que llevamos y que pueden estar limitando nuestro propio crecimiento.
Es muy común que las personas con el paso de los años acaben repitiendo consciente o inconscientemente los mismos patrones de comportamiento, emociones, relaciones, éxitos o fracasos que vivieron sus padres o ancestros. Muchas veces incluso las historias se repiten de generación en generación, por ejemplo es usual encontrar en consultantes mujeres víctimas de maltrato físico que sus madres y/o abuelas también sufrieron este tipo de maltratos. Lo mismo se observa en casos como abandonos, madres solteras, muertes a temprana edad, enfermedades, depresiones, abusos sexuales, alcoholismo, adicciones, etc. donde es usual encontrar patrones que se repiten generación tras generación. Igualmente pueden transmitirse patrones positivos tales como la longevidad, la prosperidad, el éxito profesional, dones artísticos, etc.
Seamos conscientes de ello o no, la carga histórica familiar nos afecta y limita nuestra libertad individual, puesto que por el solo hecho de haber nacido en un sistema familiar estaremos condicionados e influidos por la historia y los destinos de nuestros antepasados y nos podemos encontrar repitiendo precisamente las historias que menos deseábamos repetir. Es lo que en Psicogenealogía se llama “Lealtades Invisibles”. A lo largo de la historia, este concepto era reconocido por diversas culturas en el mundo e incluso en la Biblia se mencionan las llamadas “maldiciones que pasan de generación en generación”.
Hoy en día se puede encontrar abundante información y experimentos científicos que comprueban la existencia de este campo energético familiar, como por ejemplo la Teoría de los Campos Mórficos de Ruppert Sheldrake ver más o las diversas investigaciones modernas en el campo de la física cuántica.
Al estudiar nuestro árbol genealógico podremos identificar las trampas y los tesoros ocultos que nos potencian o limitan nuestro crecimiento. No se trata de separarnos de nuestra familia sino de integrarnos y apoyarnos en ella. No es lo mismo ser poseído por la carga de nuestro árbol familiar que tomar consciencia y responsabilidad de dicha carga, puesto que conocerla y comprenderla suele ser el inicio de un potente proceso de sanación y transformación.
Terapia familiar sistémica
En la psicología tradicional se mira al consultante de manera individual, con su historia, pensamientos, sentimientos y emociones. En la psicología sistémica se observa todo lo anterior, pero también se mira al individuo como parte de un sistema familiar y relacional que lo afecta dramáticamente de manera consciente e inconsciente. El sistema familiar directo está formado por padre, madre e hijos y el transgeneracional involucra a varias generaciones de ancestros.
La terapia sistémica considera la familia como una unidad orgánica, que igual que sucede con una planta o un animal, debe cumplir con ciertos requisitos para encontrarse saludable. Según el padre de las Constelaciones Familiares, Bert Hellinger, ver más las familias se rigen por unos patrones a los que denominó los “Ordenes del Amor” (El respeto a la jerarquía, el equilibrio entre el dar y el tomar y el derecho a pertenecer). Cuando en una familia no se respetan estos órdenes, todo el sistema se desajusta afectando a todos sus integrantes, incluso durante varias generaciones.
Es muy común que las personas con el paso de los años acaben repitiendo consciente o inconscientemente los mismos patrones de comportamiento, emociones, relaciones, éxitos o fracasos que vivieron sus padres o ancestros. Muchas veces incluso las historias se repiten de generación en generación, por ejemplo es usual encontrar en consultantes mujeres víctimas de maltrato físico que sus madres y/o abuelas también sufrieron este tipo de maltratos. Lo mismo se observa en casos como abandonos, madres solteras, muertes a temprana edad, enfermedades, depresiones, abusos sexuales, alcoholismo, adicciones, etc. donde es usual encontrar patrones que se repiten generación tras generación. Igualmente pueden transmitirse patrones positivos tales como la longevidad, la prosperidad, el éxito profesional, dones artísticos, etc.
Veamos ejemplos prácticos de cómo funcionan estas leyes familiares:
- Cuando un individuo está desempeñando un rol que no le corresponde, como es el caso de los hijos que hacen las veces de padre o madre y llevan la responsabilidad económica o emocional cuando deberían llevarla sus padres, están cayendo inconscientemente en un “Irrespeto a la Jerarquía”, que puede generar diversos desórdenes como malas relación entre los hermanos, falta de respeto de hijos a padres, situaciones de dependencia, falta de realización personal o de pareja a futuro de dicho individuo.
- Aquellas relaciones de pareja donde uno de los dos asume toda la responsabilidad de la relación y se desborda en amor, atenciones, detalles y cuidados hacia el otro sin recibir y sin pedir nada a cambio, se está rompiendo el “Equilibrio entre Dar y Tomar” lo cual puede redundar en desórdenes como pérdida del cariño o del respeto, abusos, dependencias y finalmente, ruptura de la relación.
- En algunas familias donde uno de sus miembros es rechazado u olvidado, como sucede en algunos casos con los drogadictos, delincuentes, prostitutas, hijos no deseados, abortos, enfermos mentales, etc., se está violando el “Derecho a la Pertenencia” lo cual generará un nuevo desorden tanto en la integridad emocional del excluido como también puede afectar a sus hermanos, hijos, sobrinos, etc, quienes por efecto de la “Fuerza de Lealtad Familiar” pueden llegar consecuencias a raíz de dicha exclusión.
Desde la mirada sistémica, para que una familia sea considerada sana o funcional es necesario que cada miembro del sistema familiar ocupe el lugar que le corresponde y sea valorado, respetado y reconocido por todos los demás integrantes.
En la práctica, una terapia de tipo sistémico puede ser individual o grupal y puede realizarse mediante diversos protocolos como por ejemplo el de las Constelaciones familiares, donde se representan a los integrantes de la familia con personas asistentes, para observar las dinámicas familiares y entender cómo se han originado los desajustes. Mediante la intervención de un terapeuta experimentado se realizan movimientos dentro del sistema representado para llevarlo de nuevo a un estado de equilibrio y esto afecta positivamente, tanto al consultante, como a su sistema familiar.
También puede realizarse terapia sistémica donde los miembros de la familia pueden ser representados mediante muñecos, cartas, dibujos, lápices de colores y otros diversos objetos que cumplen con éxito la misma función. Es una terapia vivencial, lo cual significa que se debe experimentar en persona para lograr comprender el origen del conflicto y así mismo, iniciar el proceso de sanación. Y es una terapia breve porque desde la primera sesión se observan resultados contundentes, debido a que la terapia va directamente a la raíz y al origen antiguo del problema brindando soluciones que son rápidamente comprobables.
Desprogramación de enfermedades
Tal como se reconoce en la medicina oriental, el ser humano es algo más que un cuerpo físico y tiene un componente mental, emocional y espiritual. Por otro lado, hacemos parte de un sistema familiar, cultural y ambiental que nos rodea y nos afecta directamente.
No hay ni una sola célula de nuestro cuerpo que escape al control del cerebro y este no escapa al control del pensamiento (psiquis). Todos sabemos ya que las emociones afectan nuestro cuerpo; sin embargo, solemos tratar el síntoma y olvidarnos del conflicto emocional. Por ejemplo, si tenemos una discusión con un ser querido y al siguiente día tenemos una indigestión solemos resolverlo con un anti-ácido O un cambio que nos cuesta aceptar hace que desarrollamos una virosis o gripe que tratamos con antihistamínicos y antibióticos o sencillamente nos olvidamos del asunto. Sin embargo, si el problema original no ha sido debidamente entendido y procesado a nivel mental, el cuerpo lo almacena en su memoria celular y, tarde que temprano, lo exterioriza a través de la biología.
Se trata de un mecanismo natural de “solución del problema”, puesto que el síntoma físico o la enfermedad no es más que otra manera de intentar procesar el asunto original. En otras palabras, los síntomas corporales son señales de alarma de asuntos pendientes o sin resolver y este suele ser el origen de la gran mayoría de enfermedades. Esto es lo que se denomina, “de origen psicosomático”; que quiere decir que el origen es emocionales o psicológico (psiquis) y se materializa en el cuerpo (soma).
En cada punto del cerebro está reflejado un órgano del cuerpo y cada órgano responde a un sentimiento o emoción. Así por ejemplo, los problemas en los riñones corresponden a algún tipo de miedo; el hígado y la vesícula biliar reflejan iras estancadas; los problemas de piel evidencian asuntos de separación; el cáncer en el seno izquierdo en mujeres diestras responde a temas con sus hijos; el estreñimiento corresponde a la dificultad que tiene la persona para cerrar ciclos, dejar ir o soltar a personas o situaciones, etc.
A pesar que esta manera de entender la enfermedad no tiene mucha acogida entre la medicina alópata y la industria farmacéutica, el tema del origen emocional de las enfermedades está ampliamente comprobado con numerosos estudios científicos como por ejemplo, los de Bruce Lipton, ver más biólogo estadounidense; Ryke Hamer, ver más médico oncólogo Alemán creador de la Nueva Medicina Germánica y el investigador Christian Fletcher ver más.
En este tipo de terapia se lleva al consultante, mediante una serie de protocolos, a recordar y hacer consciencia del trauma o el asunto pendiente que originó el malestar físico que se está tratando. Al entender y sanar la emoción original del conflicto el cerebro revierte el problema físico porque ya no tiene ningún asunto pendiente por resolver.
Esta terapia no reemplaza a la medicina. Es complementaria pero no excluyente del correspondiente tratamiento médico o psicológico. Tampoco se trata de un efecto placebo ya que no obliga a tener fe en el procedimiento. Es algo que es mejor experimentar u observar muy de cerca para poder confirmar su sorprendente eficacia.
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